En
la entrada anterior compartí un artículo de Crovi Druetta, "Educar en la
red. Nuevas tecnologías y procesos educativos en la sociedad de la
información", del mismo pueden extraerse algunos puntos interesantes para
el debate: en la llamada “sociedad de la información”, cuya construcción es un
proceso en pleno desarrollo ¿Cuál es el papel que cumplen las TIC en las
instituciones que las incorporaron? ¿Qué resistencias producen? ¿Qué podemos
aprender de quienes las utilizan con originalidad y creatividad? ¿Cuál es el
peligro real de que ellas determinen una mercantilización de la educación? Cuando
las desigualdades en términos de acceso a las nuevas tecnologías son
reconocidas por los Estados, y estos tratan de paliarlos ¿Lo hacen con una comprensión
real de que ello determina un cambio profundo en las prácticas culturales que
podría devenir, a partir de la penetración globalizante, en la pérdida de
costumbres ancestrales? ¿Será posible que la pérdida de la lengua original,
remplazada por una lengua informatizada, se convierta en el inicio de un
sendero que lleve a la sumisión y cambio en los valores más preciados, como los
sentimientos de solidaridad, libertad y justicia?
Si
bien el artículo se refiere a la llamada educación a distancia, en la mayoría
de quienes participamos en este curso su utilidad sería como un apoyo, de la
virtualidad, a la presencialidad; en nuestro caso ¿Cuál es la validez de estos
debates? Las TIC están aquí, por lo tanto el reto está lanzado.